Clínica Óseo

Linfedema

Un linfedema es un aumento de volumen por acumulación de líquido que puede darse en cualquier parte del cuerpo y está provocado por un defecto en el sistema linfático. El origen es diferente según se trate de un linfedema primario o secundario. Un linfedema primario se da cuando una persona nace con su función linfática disminuida, pocos vasos linfáticos o pocos ganglios y su sistema linfático no funciona correctamente, puede aparecer en cualquier momento de la vida y es habitual que se desarrolle coincidiendo con los cambios hormonales. Un linfedema secundario se da cuando la disfunción en el sistema linfático aparece como consecuencia de otras causas: una cirugía, radioterapia, una infección parasitaria, un traumatismo… y ello provoca una obstrucción, lesión o exceso de trabajo para el sistema linfático.

Existe una causa principal de linfedema secundario, casi siempre oncológica. 

El linfedema es una patología crónica, no se cura, pero tiene solución y no es quirúrgica, gracias a la Fisioterapia especializada.

Se trata con Terapia Física Descongestiva consistente en Drenaje Linfático Manual, vendajes o prendas de compresión-contención, ejercicio, cuidados de la piel y educación al paciente, siendo en algunos casos beneficioso el uso de presoterapia.

Con esta terapia bien utilizada se puede estabilizar cualquier tipo de linfedema, alcanzando casi el aspecto del miembro sano, contralateral. Un logro que se mantiene en el tiempo siempre que el paciente se comprometa a seguir las pautas de su fisioterapeuta o rehabilitador respecto al uso de las prendas de contención, el tratamiento de mantenimiento, el ejercicio y la dieta.

Los fisioterapeutas de Clínica Óseo aplicamos distintas técnicas de drenaje linfático, obteniendo buenos resultados y mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes. Proponer distintos tratamientos, obteniendo un resultado muy alto de resolución del linfedema con la terapia linfática.

El tratamiento del linfedema

Tiene dos partes: intensivo y mantenimiento

Tratamiento intensivo

El objetivo de esta fase es reducir al máximo posible el edema. El tratamiento intensivo o de choque se compone de 3-4 semanas con sesiones diarias de drenaje linfático junto con vendaje compresivo. Podría repetirse en caso de necesidad dos veces al año, siempre dependiendo del volumen, la fibrosis o la fase evolutiva, hasta lograr la normalización del linfedema.

El paciente tiene que llevar los vendajes o la prenda de compresión establecida durante 24 horas al día mientras dura el intensivo. Se hace además “educación para el linfedema” enseñando técnicas de autovendaje y autodrenaje al paciente.

Todo ello acompañado de ejercicios específicos para cada caso, pasivos, asistidos y activos, de fuerza y movilidad que deben de realizar diariamente mientras llevan el vendaje de compresión.

Tratamiento de mantenimiento

En esta fase el objetivo es mantener los resultados conseguidos en la fase anterior. Esta etapa no tiene un tiempo definido, es en función de las necesidades de cada paciente. Se van distanciando las sesiones de tratamiento hasta encontrar el equilibrio del linfedema. Una vez a la semana, cada 15 días, una vez al mes.  En este momento del tratamiento cada paciente tendrá su manga o media de compresión que mantendrá el volumen del miembro afecto estable.

En una sesión de 1hora, en la que se realiza drenaje linfático manual y ejercicios pasivos y activos.

La linfa se transporta debido al movimiento que ejerce el drenaje mecánico sobre los vasos linfáticos y los ejercicios están enfocados a ayudar al movimiento de la linfa gracias a las contracciones musculares.

Si el paciente con linfedema, además de hacer los ejercicios y el drenaje linfático lleva la prenda de compresión puesta, se aumenta el bombeo linfático y mejora considerablemente el linfedema.