Las ondas de choque son ondas acústicas de alta frecuencia que nos permite activar procesos de regeneración y reparación tisular en el tejido lesionado a través de un estímulo mecánico. Conseguimos resultados altamente efectivos en patologías tendinosas con o sin calcificación,dolor persistente muscular o procesos de celulitis y flacidez.
Los efectos fisiológicos que obtenemos con esta terapia son:
Es la primera línea de tratamiento para los casos de disfunción eréctil vascular. Supone un gran avance porque nos permite atacar la raíz del problema, que en la mayoría de los casos es la falta de aporte de sangre al pene por arteriosclerosis lo que implica un estrechamiento de las arterias. Con la aplicación de las ondas de choque activamos la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tejido eréctil.
¿Cómo se aplican las ondas de choque?
El tratamiento con ondas de choque de baja energía se fracciona en varias sesiones de 15-20 minutos, una vez por semana durante 4 semanas. Al cabo de un mes se realiza una sesión más de recuerdo. En cada sesión se aplican las ondas primero en la parte superior del pene y después por debajo del escroto donde está la raíz de los cuerpos cavernosos. De esta manera las ondas de choque cubren la totalidad de la longitud del tejido eréctil. El tratamiento es breve, indoloro y no requiere ningún tipo de analgesia, sedación o anestesia.
¿Quién puede someterse al tratamiento?
El tratamiento con ondas de choque es beneficioso en la disfunción eréctil de origen vascular, es decir, cuando están dañadas las arterias del pene debido a los factores de riesgo vascular. El tratamiento no es efectivo y por tanto, no se recomienda, en los casos de disfunción eréctil de origen neurológico como lesiones medulares, hormonal por déficit de testosterona, por fuga venosa o en los casos de origen psicológico