Clínica Óseo

FISIOTERAPIA PARA EL ADULTO MAYOR

ENVEJECIMIENTO SALUDABLE

Al hablar sobre envejecimiento, se hace referencia a un proceso degenerativo que ocurre con los años, puesto que el paso del tiempo conlleva cierto desgaste en el cuerpo humano.

En ese sentido, es importante conocer el término “envejecimiento saludable” que se conoce como la preparación para garantizar un estado de bienestar e independencia en la edad avanzada.

El abordaje fisioterapéutico de la persona anciana viene acompañado de dos funciones principales que se fundamentan en las necesidades de cada persona: la función preventiva y la función terapéutica.

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FISIOTERAPIA ADULTO MAYOR

función preventiva

La función preventiva está encaminada a evitar o disminuir el riesgo de lesiones y/o enfermedades en la persona sana.

función terapéutica

La función terapéutica por su parte, se enfoca en recuperar el estado funcional en el adulto mayor que ya se encuentra enfermo.

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Problemas más comunes de las personas mayores

En todo proceso de rehabilitación y fisioterapéutica es importante conocer los principales problemas y/o limitaciones que se presentan, tal es el caso de los problemas más comunes en la ancianidad que cursan cada uno con un cuadro clínico específico y por lo tanto, requieren un abordaje personalizado.

Son la principal causa de lesiones y traumatismos en el anciano, se asocian con problemas en la visión, audición, debilidad muscular, rigidez articular, demencia, alteraciones del equilibrio, dificultad para la marcha y osteoporosis. Las consecuencias principales de las caídas son las fracturas de cadera, de Colles y el síndrome post caída (miedo a caer de nuevo). Por lo que para disminuir el riesgo de caídas es necesario realizar educación en ejercicio terapéutico específico; para reeducar al paciente que ya ha sufrido una caída, es necesario trabajar la capacidad funcional e independencia, esto sumado al entrenamiento de fuerza, equilibrio, reeducación de la marcha, fortalecimiento del tren inferior y mejora de la movilidad.

Una persona adulta inmóvil pierde más rápido las funciones y capacidades, por eso es contraindicado el reposo absoluto. Un período de inactividad conlleva a úlceras por presión, disminución de la masa ósea y muscular, rigidez, atrofia, incapacidad y un mayor deterioro que continúa con el círculo vicioso.

A pesar de que con el tiempo ocurre un deterioro de las funciones cognoscitivas, en el adulto mayor la pérdida de las capacidades mentales cursa con cambios en la memoria verbal y no verbal, la percepción, comunicación y destrezas motoras.

Como parte de la función cognitiva es un síndrome que afecta la relación con el entorno y con las personas desde un ámbito emocional, psicosocial y cognitivo, alterando la percepción del ambiente y causando incapacidad, limitación, depresión y ansiedad.

Su incidencia es la principal causa de fracturas, específicamente fracturas de cadera. La pérdida de masa ósea lo convierte en un factor de riesgo importante por la limitación funcional y relación de dependencia que genera. La prevención consiste en realizar ejercicio de forma regular

En el tratamiento rehabilitador se diferencian dos etapas, la primera o fase aguda es cuando el paciente refiere dolor intenso, rigidez articular y una pérdida de fuerza y masa muscular, en este tipo de paciente, el tratamiento se enfoca en tratamientos de fisioterapia avanzada como la radiofrecuencia para aliviar el dolor. En la fase crónica, el paciente ya tiene instalada una deformidad articular pero puede realizar movimientos aún con cierta limitación y dolor, el abordaje fisioterapéutico se centra en mejorar el movimiento, entrenar el equilibrio y ganar mayor amplitud de rango articular.

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Actividad física y ejercicio terapéutico en la vejez

Siguiendo la línea de acción del tratamiento rehabilitador personalizado, la creación y aplicación de un programa de ejercicios para la persona de tercera edad, debe ser en base a las características personales, contextuales, físicas y emocionales del paciente, para ello existen tres grupos al momento de iniciar una actividad física o deportiva.

Primer Grupo

Son aquellos pacientes que han realizado o realizan una actividad deportiva y por lo tanto, conocen su cuerpo y sus limitaciones, se adaptan más rápido al ejercicio, respetando sus condiciones clínicas existentes.

Segundo Grupo

Aquí se incluyen a las personas que han realizado ejercicio de forma esporádica y que cuentan con una capacidad física regular y son capaces de llevar a cabo rutinas de ejercicio.

Tercer Grupo

Incluye a los adultos mayores sedentarios y son los que presentan la mayor dificultad para la reeducación tanto física como emocional.

Ver vídeo de ejercicios en silla

En base a esta clasificación elegimos el tipo de actividad física, la intensidad, la frecuencia y los objetivos a alcanzar con cada una de ellas, tomando como primicia la independencia funcional. De forma general, para la creación de un programa de ejercicios, es importante considerar que la duración sea entre 30 y 60 minutos, con una frecuencia de 2 a 5 veces por semana con aumento progresivo, con un comienzo de baja intensidad y una progresión para el trabajo máximo de acondicionamiento muscular.

Cheque servicio de la Comunidad de Madrid

Las personas que sufren de la pérdida de autonomía personal y que se encuentran en situación de dependencia disponen a su alcance de ayudas que la Ley de Dependencia establece. Una de estas ayudas es el cheque servicio de la Comunidad de Madrid.

Para conocerlo en profundidad y saber si vuestro familiar puede optar a esta ayuda, respondemos a las principales preguntas sobre el mismo: ¿Qué es el cheque servicio de la Comunidad de Madrid?

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